El jengibre es una raíz vegetal muy utilizada en la cocina y la medicina por sus propiedades beneficiosas. Si consumes jengibre a diario, puede aportar muchos cambios favorables a tu organismo.
Uno de los principales beneficios del jengibre es su capacidad para mejorar la digestión. El jengibre estimula la producción de jugos gástricos, lo que ayuda a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes. También tiene propiedades antiinflamatorias, que pueden ayudar a reducir la inflamación del organismo.
El jengibre también es conocido por sus propiedades antibacterianas y antivirales, que ayudan a reforzar el sistema inmunitario y a proteger al organismo de las infecciones. También puede ayudar a reducir el colesterol y los niveles de azúcar en sangre.
Para preparar una decocción de jengibre, necesitarás
– 1-2 rodajas de jengibre fresco (de unos 5-7 cm)
– 2 tazas de agua
Preparación:
1- Pelar y cortar el jengibre en rodajas finas.
2. Poner agua a hervir en un cazo.
3. Añadir el jengibre cortado en rodajas al agua hirviendo.
4. Cocer a fuego medio durante unos 10-15 minutos.
5. Filtrar la decocción y disfrutar de la bebida caliente.
La decocción de jengibre puede tomarse caliente o fría. Tiene un agradable sabor ácido y puede ser una forma estupenda de mejorar tu salud.
Sin embargo, es aconsejable consultar al médico antes de iniciar el consumo regular de jengibre, sobre todo en grandes cantidades, especialmente si se padece alguna enfermedad crónica o se está tomando medicación.