Últimamente, las urbanitas eligen cada vez más los vestidos rústicos. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: son cómodos, prácticos y elegantes. En este artículo te contamos cómo llevar este tipo de vestidos en la ciudad y crear imágenes con estilo.
Comodidad y naturalidad
Los vestidos de pueblo están hechos de materiales naturales como el algodón, el lino y la lana. Son suaves, agradables al tacto y dejan respirar la piel. Con un vestido así te sentirás cómoda en un caluroso día de verano y no sudarás ni en el transporte.
Motivos naturales
Los vestidos rústicos suelen estar decorados con estampados florales, imágenes de animales o motivos abstractos. Estos motivos recuerdan a la naturaleza y a la frescura de la vida en el campo. Puedes combinar un vestido así con sandalias o chanclas y añadir accesorios como un bolso de paja o joyas de madera.
Combínalo con elementos urbanos
Vestidos “campestres”: ternura y comodidad en la ciudad
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